viernes, 24 de diciembre de 2010
Galletitas de agua
Basta de comprar galletitas llenas de colorantes y conservantes. Estas son unas galletitas de agua crujientes, que como todas las galletitas de agua, van bien con dulces y salados. También quedan bien como regalito, debidamente presentadas. Hay muchas recetas, y voy a ir explorándolas todas. Mientras pueda seguir haciéndome el pan y las galletas, mejor. Así que acá van, en este día prenavideño... unas galletitas que no tienen nada que ver con la navidad. Pero que seguramente se pueden poner en la mesa para untar con cualquier cosa. Salute... ¡y feliz Navidad!
Necesitamos
- 250 g de harina,
- 1/2 cucharadita de sal,
- 1/2 cucharadita de miel,
- 90 cc de agua,
- 5 g de levadura fría,
- 40 g de manteca (mantequilla).
Preparación
Procesamos todo en una licuadora o con el minipimer. Va a quedar una pasta muy desligada, medio granulosa, y con la mitad de la harina sin absorber. Lo vaciamos todo en la mesa, y la trabajamos hasta que se absorbe toda la harina. Doblamos un extremo hacia el centro, y hacemos lo mismo con el otro extremo. Pasamos el rodillo y volvemos a doblar en tres. Envolvemos la masa en un papel film (o en una bolsa). Dejamos reposar una hora.
[Mientras tanto, nos damos un baño, leemos, estudiamos, trabajamos, limpiamos, escuchamos música, vemos la tele, discutimos con alguien... lo que acontezca.]
Cuando volvemos, la masa estará mucho más suave. La estiramos sobre la mesa, espolvoreándola apenas con un poco de harina. La estiramos muy bien, y la doblamos. Repetimos esta operación cuatro veces.
Finalmente la estiramos mucho pero mucho pero mucho. Si tienen la suerte de tener un amasador de pasta, pásenlo por esa máquina, que deja las masas muy lisas y finas. Yo no cuento con el aparatín, así que a rodillo, la estiré mucho, hasta que quedara de unos 3 mm (en realidad no los medí con regla, quizás son 4 mm).
Colocamos un papel de hornear en la bandeja. Colocamos la masa o parte de ella en la bandeja y con un cortapizza o un cuchillo cortamos rectángulos. Con un tenedor pinchamos una vez cada galletita.
Habremos precalentado el horno a 220º (muy caliente) por al menos diez minutos. Vamos a colocar la bandeja con las galletitas lo más abajo del horno que podamos. Con un rociador, las rociamos de agua, a las galletitas y a las paredes del horno (así van a estar más crocantes). Cocinamos unos 5-8 minutos, vigilando que no se quemen. Cuidado, que del lado de abajo siempre van a estar más doraditas, y podemos pensar que no están hechas porque todavía las vemos blancas. Pero deben quedar bastante blancas, con apenas una veladura dorada.
Con estas cantidades me dio para dos tandas de galletas. Muy ricas y crocantes, pruébenlas.
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