Tarta vegana de berenjenas y zucchini

Feliz de haber dado con una forma de hacer una tarta rica, y sin grasas de origen animal. No soy vegana, pero coqueteo con recetas veganas porque suelen dar resultados muy buenos y más sanos. Así que aquí les presento esta tarta de berenjenas y zucchini (calabacín), con gustito a polenta.







Necesitamos:

Masa
-1 1/2 taza harina integral,
- 1/2 taza repartida entre agua y aceite,
- una piza de sal,
- una chita. de cúrcuma.

Relleno
- 2 berenjenas,
- 1 zucchini (calabacín),
- 1 cebolla,
- 1 ajo (opcional),
- especias: comino, curry, cúrcuma, coriandro, 1/2 chita. de cada, o menos,
- sal
- 4 chadas. de harina de maíz (polenta).

Preparación

Primero la masa: en un bol grande colocamos la harina, una pizca de sal y la cucharadita de cúrcuma. Formamos una corona (o un cráter, según cómo lo veamos), y vertemos en el medio la media taza compuesta de aceite y agua. Mezclamos con los dedos, agregando de a poco la harina de los lados, y trabajamos la masa hasta obtener una mezcla suave y que se despega de los dedos y del bol. Enharinamos un poquito el bol, ponemos la bola de masa, la cubrimos con algo, y a descansar mientras preparamos el relleno.

Picamos la cebolla y el ajo, y los ponemos a dorar en una sartén, con un chorritín de aceite. Empezamos a cortar las berenjenas y zucchini, mientras con un ojo miramos que la cebolla no se nos pegue. Cuando vemos que se está quedando seca, le echamos un buen chorro de agua y así frustramos sus expectativas de malograrnos el plato.

Añadimos a la sartén las berenjenas y el calabacín picados, y agregamos las especias. Mientras, cantamos y bailamos al ritmo de "Hit the Road, Jack" y canciones similares (o no tanto). Cuando las verduras estén cocidas, apagamos la sartén, y encendemos el horno, a fuego medio. Al relleno le podemos agregar unas cucharadas de crema vegetal, de ese envase abierto que quedó en la nevera.

Preparamos un molde para tartas, engrasando y enharinando. La harina que sobre, a la mesada, donde vamos a estirar la masa. Formamos un círculo con la masa y la colocamos encima de la tartera, moldeando con los dedos.

En una taza, colocamos cuatro cucharadas de harina de maíz, y agregamos agua, hasta llenar aproximadamente 3/4 partes de la taza. Mezclamos bien, y lo agregamos al relleno. Ponemos el relleno encima de la masa. Recortamos con un cuchillo lo que sobre de masa a partir del borde de la tartera. Con ese sobrante formamos y estiramos un disquito más chico, que colocaremos en el centro de la tarta.

Al horno, hasta que veamos que la masa está hecha. Dejamos entibiar un poco, y la comemos con deleite.