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Jugo de sandía acompañado de canapés con galletitas de agua. Delicia veraniega. | | | | |
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Amo el verano. Soy de esas personas que no sufren el calor. Así que ahora que estoy en el hemisferio sur, pasando el segundo verano del año, estoy en la gloria. Me gusta el verano porque la ropa es ligera y pesa poco, así que solo hay que soportar la cargar de nuestros propios pensamientos, que en verano también van en bikini. Me gusta el verano porque uno puede sentir la brisa y el sol en el cuerpo. Porque tendemos a cuidarnos más, a salir más, a tomar más líquidos, frutas y ensaladas. Me gusta el verano porque los días son largos, hay más luz, se ahorra energía. Cobramos algo de color. Me gusta porque es de lo más normal tomar helado. Y también porque hay sandías. La sandía es una fruta hecha a la medida del verano. Y tomar un jugo como este calma la sed y regocija el paladar (y también sube ligeramente el azúcar, pero ahora no queremos pensar en eso).
Los pasos son muy simples: (para un litro de jugo aproximadamente un cuarto de sandía,
fría).
Vamos sacando pedazos de sandía y poniéndolos en una jarra o frasco grande. Les sacamos las semillas en la medida de lo posible. Trituramos todo muy bien y lo pasamos por el colador, ayudando a exprimir la pulpa con una cucharita. No debería quedar casi nada de pulpa en el colador (la sandía es pura agua). Le agregamos hielo a gusto y ya está. Soy capaz de tomarme dos litros de un solo trago.
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