Cheesecake

Ayer también hice un cheesecake, o torta de queso. Esta receta se prepara muy fácil y rápidamente. Es uno de esos caballitos de batalla, que siempre salen bien. Además es muy fácil recordar los ingredientes, si pensamos en "3 x 5". Ya van a ver.








Necesitamos:

- 3 yogures naturales (esos de 125 ml),
- 3 huevos,
- 300 gramos de queso fresco tipo Philadelphia,
- 3 cucharadas de harina,
- 3 cucharadas de azúcar o stevia.

¿Vieron? Cinco ingredientes, todos empiezan por tres, muy fácil de recordar.

Simplemente hay que mezclar todos los ingredientes. Yo mezclo primero el yogur, el queso y el huevo, y después agrego el azúcar y el harina, pero aquí el orden de los factores no altera el producto.
Una vez mezclados, batimos un poco, y lo colocamos en una fuente enmantecada y enharinada.
Lo llevamos al horno: 20 minutos a fuego suave. Van a ver que la superficie se empieza a levantar, se forman cráteres y todo parece peligrar, pero no. La tarta sabe muy bien lo que hace. Cuando la sacamos, la dejamos enfriar y solita va bajando y hasta queda una forma idea para poner algo dentro: mermelada de frambuesas, lo tradicional.

Si no hay ganas o tiempo, se le echa una cantidad generosa de mermelada encima, y "va que chuta" (como decía una profesora mía).
Si estamos experimentando un inmenso amor al prójimo y encima tenemos media cucharadita de agar-agar, hacemos lo siguiente:

Ponemos la mermelada (cantidad a ojo, señores, pero que alcance para cubrir generosamente la tarta) con un poco de agua en una cacerolita. Lo calentamos y cuando empieza a echar humo, le añadimos una cucharadita de agar-agar. Seguimos revolviendo varios minutos para que se diluya bien, y lo echamos sobre la tarta (ya enfriada). Cuando adquiere una temperatura ambiente, lo colocamos en la nevera/ heladera. ¡Magia! se convierte en gelatina. Si no me creen vean: