martes, 23 de noviembre de 2010

Pan de papa (o patata :)

Este pan me salió exquisito. Esponjoso, enorme, una bella trenza desbordada por todas partes. La receta lleva caldo de verduras, ajo y queso, pero pueden hacerla reemplazando el caldo por agua y sin los demás ingredientes, si no quieren que salga con mucho sabor. De todas maneras, confirmo que haciéndolo con caldo y poniéndole algo de queso de rallar, no queda un pan excesivamente salado, lo pueden comer con mermelada tranquilamente, y queda "pipí-cucú". Ahí va:









Necesitamos:

- 175 g de papas cortadas en dados (sería una papa mediana tirando a pequeña),
- 14 g de levadura fresca,
- 674 g de harina,
- 450 ml de caldo de verduras o agua con una pizca de sal

Opcional:

- 125 g de queso gruyer
- 2 dientes de ajo majados
- una cucharada de aceite
.
  • Cocer las papas en agua hirviendo. Una vez cocidas, hacer puré con un tenedor.
  • Poner el puré en un cuenco. Agregar la levadura. Mezclar bien, que quede un pasta.
  • Agregar la harina y el caldo (si está tibio mejor). Yo le puse bastante menos de caldo de verduras, porque ya estaba la masa perfecta y no quería arruinar una obra tan bella.
  • Amasar, amasar y (opcional) agregar  75 gramos de queso gruyer. Yo le puse 60 gramos de parmiggiano rallado. Pero es opcional, repito.
  • Amasar cinco minutos enérgicamente, descargando toda la furia acumulada en la jornada. Hay que zangolotear esa masa, tirarla con fuerza contra la mesa, estirarla, hendirle los dedos. No es apología del maltrato ni mucho menos, pero así la levadura sigue viva, tramando sus planes de crecimiento y desarrollo. Formar una corona, echar una cucharada de aceite. Amasar un poco más, hasta que esté bien incorporado.
  • Cubrir y dejar leudar en lugar tibio 1 1/2 hora. La temperatura ideal para que la levadura trabaje es entre 25 y 30 grados. Así que si es verano, están salvados. Si es invierno, toca encender un fuego de la hornalla y dejar la masa cubierta cerca del fuego. Aunque ¡¡cuidado!! ¡¡No tan cerca, que una vez se me empezó a cocer!! Otro método es encender el horno, dejar la puerta abierta y arreglárselas para dejar la masa en algún lugar cerca de esa fuente de calor. Después de una hora y media, la masa tiene que haber duplicado su volumen (y una se queja porque engorda en unos días).
  • Engrasar mientras tanto la bandeja donde vamos a poner el pan, y enharinarla.
  • Volver a amasar un poquito (después de la hora y media de reposo).
  •  Dividir la masa en tres, hacer tres salchichas y juntando el extremo de cada una, formar una trenza. Cerrar la trenza haciendo presión. Poner esta bellísima y delicada trenza en la bandeja de hornear, que tiene que estar aceitada y enharinada.
  • Dejar leudar 30 minutos más.
  • Esparcir 50 gramos de queso gruyer (esto tampoco lo hice y quedó buenísimo). Cocer 40 minutos según la receta, una hora según yo, en horno precalentado a 190 grados (entre mínimo y medio). Cuidado, no abran el horno antes de tiempo, porque todo lo que la levadura hizo crecer se pincha de un plumazo y se desploma. Cosa que a veces pasa también con los planes y los sueños.
Miren qué ricura:

2 comentarios:

María Elvira Raquel de Arechavala dijo...

este finde, lo hago. te recomiendo no hacer masa de ninguna clase,y ponerle tahina?, taina?
Tuve que tirarla y quedarme con un triste y abandonado relleno.
Ni quiero describir el resultado.

Lucía dijo...

Ay, no!!! la tahina usala para salsas, cosas trituradas con tahina (legumbres, berenjenas asadas, etc.). Forza!